Seguro que has visto alguna vez una bicicleta vieja con partes oxidadas o una reja de acero con manchas marrones. Estos son ejemplos claros de los efectos de la oxidación y la corrosión cuando los metales, como el acero, entran en contacto con el oxígeno y otros elementos del ambiente. Pero, ¿sabes cuál es la diferencia entre oxidación y corrosión? ¡En Dipac te explicamos!
OXIDACIÓN
Proceso natural que genera un cambio netamente estético en la superficie, sin comprometer las propiedades del acero.
El acero oxidado se vuelve vulnerable a la corrosión.
CORROSIÓN
Enfermedad del acero que influye en la pérdida de dimensiones en el metal y de sus propiedades mecánicas.
Considerado un problema industrial importante.
EL ACERO SE OXIDA: LA TRISTE REALIDAD
La oxidación es un proceso natural que ocurre cuando el hierro en el acero reacciona con el oxígeno en presencia de humedad. Esta reacción forma óxido de hierro, una capa de color café, rojiza o naranja, que cubre la superficie del material, comprometiendo su apariencia. El acero oxidado se vuelve vulnerable a la corrosión.
En otras palabras, imagina que el oxígeno es como un pintor. Cuando el oxígeno entra en contacto con el acero, lo que ocurre es una reacción química. El oxígeno “pinta” la superficie del acero con ese color característico, formando una capa rojiza. Este proceso se llama oxidación.
Causas de la oxidación
- Condiciones climáticas: Se da principalmente por las condiciones climáticas y es un cambio netamente estético que no afecta la resistencia, seguridad, funcionalidad y demás propiedades del metal, pero si lo vuelve vulnerable a la corrosión.
CORROSIÓN: UNA PATOLOGÍA DEL ACERO
La corrosión es como una enfermedad que ataca al acero desde adentro, un proceso electroquímico más complejo y destructivo que la oxidación. Además del oxígeno, otros elementos como el agua, los ácidos y las sales pueden acelerar la corrosión. A diferencia de la oxidación, la corrosión ataca al metal desde el interior, creando pequeñas cavidades y debilitando la estructura del material.
La corrosión es considerada como un problema industrial importante, ya que, al deteriorarse el metal, las piezas tienden a romperse y la falta de seguimiento y control puede causar accidentes.
Principales causas de la Corrosión
- Exposición al agua: El agua acelera significativamente la corrosión al actuar como electrolito, facilitando el flujo de electrones.
- Presencia de electrolitos: Sustancias como las sales y los ácidos aumentan la conductividad eléctrica del agua, intensificando la corrosión.
- Cambios de temperatura: Las fluctuaciones de temperatura pueden causar tensiones en el metal y acelerar la corrosión.
- Contacto con otros metales: Cuando dos metales diferentes entran en contacto en presencia de un electrolito, se produce la corrosión galvánica.
CONSECUENCIAS DE LA CORROSIÓN: UN ALTO PRECIO QUE AFRONTAR
- Pérdida de resistencia: La corrosión reduce la capacidad de carga del material, lo que puede provocar fallas estructurales.
- Fugas: En tuberías y tanques, la corrosión puede causar fugas, lo que puede llevar a pérdidas económicas y ambientales.
- Costos de mantenimiento: La corrosión requiere reparaciones y reemplazos frecuentes, lo que aumenta los costos de mantenimiento.
- Riesgos para la salud y la seguridad: Riesgo de transmisión de enfermedades a través de tuberías corroídas o el peligro de derrumbes en estructuras debilitadas por la oxidación.
- Pérdidas de productividad: Las averías y fallos provocados por la corrosión pueden generar interrupciones en la actividad normal, ocasionando pérdidas de productividad y perjuicios económicos considerables.
- Deterioro ambiental: La corrosión también tiene un impacto ambiental negativo, ya que puede generar la liberación de sustancias nocivas al medio ambiente, contaminando el suelo y el agua.
¿CÓMO EVITAR LA OXIDACIÓN Y CORROSIÓN EN EL ACERO?
- Mantenimiento regular: La limpieza y la inspección periódica permiten detectar y reparar los daños por corrosión a tiempo.
- Acero inoxidable y aleaciones de metal resistentes: El método más sencillo para evitar la corrosión y la oxidación es utilizar metales resistentes a estos efectos como el acero galvanizado, acero inoxidable o el aluminio.
- Galvanizado: El proceso de inmersión en caliente más común para las aplicaciones industriales es el galvanizado, que se refiere al recubrimiento de zinc sobre el hierro o los aceros para protegerlos de la corrosión y oxidación, en Dipac encontrarás un blog que explica este proceso paso a paso.
- Revestimientos y tratamientos superficiales: Emplear revestimientos como pinturas o lubricantes “anticorrosivos” que formen una barrera en la superficie de los materiales metálicos, puede ser un método de protección muy efectivo.
Si bien la oxidación y la corrosión son procesos naturales que afectan al acero, es posible tomar medidas para minimizar sus efectos. Comprender las causas y consecuencias de la corrosión es el primer paso para proteger tus estructuras de acero y garantizar su durabilidad.
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